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lunes, 20 de abril de 2015

3- INTRODUCCIÓN A LAS ENSEÑANZAS TEOSÓFICAS




TEMARIO



1-      Significado del vocablo Teosofía.
2-      La enseñanza básica del conocimiento teosófico.
3-      Polarización: Espíritu-Materia.
4-      Logos ó Inteligencia tras el velo.
5-      El ser humano y su naturaleza séptuple.
6-      Personalidad e Individualidad ó Yo inferior y superior
7-      La evolución humana.
8-      Las Razas Raíces.




- Temas extraídos de un curso elaborado por el Sr. Juan Viñas (1) -




1-  Juan Viñas:   Miembro de la Sociedad Teosófica desde muy joven, se ha desempeñado en las distintas actividades que la Sociedad Teosófica realiza.  Ha ocupado cargos como Presidente de la Federación Teosófica Interamericana, Presidente de la Sociedad Teosófica en Argentina; y como orador internacional, ha dado conferencias, dictado cursos, talleres de investigación teosófica y seminarios en casi todos los países de habla hispana de las tres Américas y España.







1-  SIGNIFICADO DEL VOCABLO TEOSOFÍA.

Está compuesto de dos palabras griegas: Theos = un Dios, y Sophía = Sabiduría.
Significa, por lo tanto, Sabiduría Divina, la poseída por los Dioses.

En Alejandría (2) apareció y tuvo uso la voz Teosofía. Dicha ciudad fue fundada en Egipto, en el siglo III A.C. por Alejandro Magno. Llegó a la fama con rapidez no sólo como puerto de intensa actividad; también como lugar de cruce de razas, religiones y culturas. En ella floreció la Escuela que fue, durante varios siglos, un gran centro de letras, ciencias y filosofías.  Renombrada por su Biblioteca que llegó a albergar más de setecientos mil rollos o volúmenes, era también famosa por su Museo, la primera Academia de Ciencias y Artes; por sus sabios miembros que gozaban de celebridad mundial, tales como Euclides, Apolunio de Perga, Nicómano, astrónomos, físicos, médicos, artistas, etc. Se hizo todavía más famosa por su “Escuela Teosófica Ecléctica”, o sea, la Neoplatónica, fundada en 193 A/C. por Ammonio Saccas. Entre sus discípulos figuraban Plotino, Herenio, Longino, y posteriormente Porfirio, Jámbrico, Siriano, Damascio, Hiparía, Proclo, etc.

El objetivo de este sistema de pensamiento era inculcar en sus estudiantes ciertas grandes verdades morales y filosóficas. Concretamente, la Escuala Ecléctica Teosófica comprendía tres partes:

1-      La creencia en una Deidad absoluta, incomprensible y suprema, o Esencia infinita, que es la raíz de la Naturaleza entera y de todo cuanto existe, visible e invisible.
2-      La creencia en la naturaleza eterna, inmortal del hombre, por que siendo este una radiación del alma universal, es de idéntica esencia que la última.
3-      La “Teurgia” u “Obra Divina”, o el acto de los Dioses (Devas) de producir obras.

Estas tres partes de la Escuela Teosófica Ecléctica guardan estrecha relación con la Sociedad Teosófica actual.

Mientras en la Escuela Alejandrina se usaba el término Teosofía, en la misma época y anterior y posteriormente, la misma enseñanza fue denominada de diferentes modos: el Cristianismo primitivo la llamó “Gnosis”, en Oriente los hindúes la conocieron y conocen como “Brahma Vidyâ”, y los Budistas como “Atma Vidyâ”. Este ‘conocimiento trascendental’ floreció entre los “Misterios” (las doctrinas secretas) de cada religión, y, en Grecia reapareció con los Órficos, Herméticos y Pitagóricos. (Por esta razón de denomina a veces a este conocimiento como la “Tradición Esotérica”, pues va pasando de civilización en civilización como un precioso legado).
Esta “tradición” continuó hasta nuestros días con las Escuelas Cabalística, Rosacruces, etc.




2-  Alejandría: Ciudad y puerto de Egipto, a orillas del Mediterráneo (1.000.000 de hab.). Fundada por Alejandro el Grande, fue, más tarde, reedificada por los árabes. Centro de la cultura en el tiempo de los Tolomeos, poseía la mayor biblioteca del mundo (800.000 volúmenes).  Con la conquista de Omar (640) todo fue incendiado, y la escuela alejandrina, centro de erudición universal, decayó notablemente.





2-  LA ENSEÑANZA BÁSICA DEL CONOCIMIENTO TEOSÓFICO

Esta enseñanza, nos dice toda la <tradición> y sus Maestros, es que todo lo existente procede de una esencia universal que en los textos antiguos y modernos suele denominarse VIDA UNA. Su invisible presencia anima y hace posible los procesos periódicos de evolución de la Naturaleza como un todo y de cada una de sus partes. Durante el estudio cada vez más complejo sobre temas metafísicos y sobre evolución nunca hay que perder de vista la “unidad” de la Vida. Cada parte surge del TODO, que a su vez está presente en la parte.

La Naturaleza manifestada en cada ciclo cósmico es definida como “El conjunto de las cosas creadas”. El ser humano es una expresión de dicha Naturaleza.
Todo pensador se da cuenta, que la Vida Una, de la que todo surge y a la que todo vuelve, es inefable, es decir que no se puede encerrar en palabras ó, como suele expresarse: indecible. Aún así, se la ha nombrado de diferentes formas:

-          La Esfera (Parménides)
-          La Idea del Bien (Platón)
-          El Primer Motor Inmóvil (Aristóteles)
-          Lo Uno (Plotino)
-          El Yo (Fichte)
-          El Espíritu Absoluto Hegel)
-          Etc.




3-  POLARIZACIÓN: ESPÍRITU Y MATERIA

La manifestación de un Universo (lo Uno en lo diverso) es producto de una polarización en la Esencia Eterna. La Vida Una irradia lo diverso, lo múltiple, al efectuarse una polarización en su seno.
Aquí llamamos a esos polos: ESPÍRITU y MATERIA, advirtiendo que en la historia de la Religión y sistemas de pensamiento han recibido otros nombres.

Esta polaridad aparece periódicamente, después de una “Noche del Universo”. El actual Universo es la consecuencia de los anteriores y se proyectará en uno próximo, en la secuencia sin principio ni fin, en la Eterna  Periodicidad. En los Vedas se habla, para describir esto, de “los días y noches de Brahma”.
El Espíritu y la Materia, sin embargo, deben ser considerados, no como realidades independientes, sino como los dos símbolos o aspectos de lo Absoluto.
Es decir que estas polaridades son “interdependientes”, ó bien, extremos interrelacionados de una Unidad ó Totalidad.
De este modo, todo lo existente es una combinación o mezcla de estos dos polos del Ser, siempre en estrecho abrazo. Digamos, de paso, que en la etapa humana, un individuo puede ser más “espiritual” o más “material” según predomine en él uno u otro de los polos.

Al comienzo, en la primera etapa de la manifestación universal, puede decirse que ambos polos son apenas una diferenciación potencial (Atma, en ciertos libros). La primera manifestación, muy sutil todavía, llega al manifestarse Buddhi. En la siguiente etapa, al manifestarse Manas, la polaridad va tomando más notoriedad. Esta diferenciación progresiva, prosigue en cada plano o nivel, y va desde lo sutil a lo denso, de lo homogéneo a lo heterogéneo, de lo subjetivo a lo objetivo, hasta culminar en el plano físico, con una diferenciación clara, también, de espacio y tiempo.

Este “descenso” se denomina por muchos autores INVOLUCIÓN, llamándose EVOLUCIÓN al proceso de retorno al punto de partida: la Unidad suprema.
Los planos, esferas o niveles en la manifestación son siete, según las enseñanzas teosóficas, y en el más denso de ellos, el físico, funciona nuestra conciencia despierta. Los otros seis planos o mundos más sutiles interpenetran al físico. Podemos sentirlos, pero la mayoría de los humanos no los ve, por no poseer las capacidades desarrolladas necesarias para ver en dichos planos.
En estos 7 planos de la manifestación de la Vida Una, existen gran cantidad de entidades, en diversos grados de corporeidad y evolución, desde las plantas, animales, minerales, el hombre y los elementales y devas menores, hasta las huestes angélicas y grandes Jerarquías constructoras del Universo.

ACTIVIDAD:
a) ¿De donde surge la Polaridad?
b) ¿A que se llama INVOLUCIÓN y EVOLUCIÓN según la Teosofía?
c) Reflexione sobre esto: “El ser humano, como microcosmo del macrocosmo, contiene en potencia los mismos principios septenarios que forman el universo”.
Anote los resultados de su reflexión.




4-  LOGOS O LA INTELIGENCIA TRAS EL VELO

La Teosofía afirma que, siendo una radiación de la Vida Una, todo está vivo. La muerte no existe; ocurren cambios de forma y estado. Cuando decimos que algo muere, es que se desintegra el conglomerado que llamamos organismo, mientras que las infinitesimales partes que lo componían, siguen viviendo y pasan al depósito de la materia de la Naturaleza para ser utilizadas en nuevas formas.
El Espíritu animador de cada forma, al retirarse definitivamente de la misma, precipita su desintegración; pero, repetimos, sus minúsculos componentes siguen vivos. Bajo el mandato de la ley del progreso, al formarse un nuevo organismo, la inteligencia o espíritu que había abandonado al anterior, pasa a ocupar el nuevo, continuándose la evolución individual y de conjunto.

En los actuales libros de Teosofía, se denomina LOGOS (3) a la inteligencia que anima y dirige al Universo como un inconmensurable organismo. El término griego Logos es de una riqueza extraordinaria y admite ser traducido por inteligencia, ley, medida, expresión, pensamiento, concepto, habla, discurso, verbo, razón, etc. Los rayos del Logos, valiéndose del Sol y sus rayos, vivifican toda forma. Cada rayo y el tipo y calidad del organismo que lo receptan, hacen que cada individualidad sea lo que es. Por ejemplo, la Luz del Logos, reflejada en el reino animal, es denominada instinto; pero en el cerebro más complejo y apropiado del ser humano, es llamada razón, intelecto, autoconciencia. En las Jerarquías espirituales que han superado la etapa humana, la luz del Logos se expresa como una corriente de intuición.
Vemos que la luz del Logos, al brillar a través de distintos instrumentos, no deja de ser la misma. Es como si la misma luz blanca brillara a través de distinto color. Cada entidad receptora tiene su propia coloración, y de ahí la diversidad universal de las mismas.

Cada hombre posee en su interior un Logos, pues un rayo del mismo es receptado por la organización psico-física humana, expresándose como Inteligencia o Razón. Por esta razón, por ser el hombre compenetrado por el Logos, se ha dicho que el hombre es un Dios en potencia.

Conocer estas verdades obliga a una nueva cosmovisión filosófica y moral; todo es sagrado, pues todo posee Logos, Presencia Divina.
Hay que mejorar la visión para ver a través del mundo que vemos, pues este último puede ofrecernos aspectos desagradables. Pero el experto puede apreciar la joya valiosísima encerrada en su estuche ordinario, ó “la perla inestimable dentro de la maloliente ostra”. De esta manera el teósofo se ejercita en mirar todo con nuevos ojos y a no dejarse engañar por las apariencias.



3-   LOGOS:   Es la Divinidad manifestada. Del ABSOLUTO inmanifiesto, surge la “manifestación”.  De la primera manifestación, ó sea del primer Logos, surgen otras manifestaciones o Logos, y de estos otros… Es decir, por ejemplo, del Logos Universal se desprenden los Logos galácticos, pero a la vez cada galaxia posee sistemas, estrellas y soles, que tienen cada una su propio Logos o Divinidad (que han emanado y están compenetrados por el Logos mayor). Así, podemos ver también que cada planeta tiene un “Espíritu” que lo anima, su Logos, que compenetra todas las formas menores de vida del planeta. Un Logos debe ser interpretado como un gran SER; los Logos son grandes Seres Cósmicos, verdaderas Divinidades que animan la Evolución.
Por ejemplo, llamamos ‘Logos Solar’ al espíritu divino que anima nuestro Sistema Solar (el sol y todos los planetas en su conjunto) siendo el sol y los planetas “su Cuerpo” de manifestación; pero a la vez, a cada planeta del Sistema Solar lo anima y rige un Logos (Logos Planetario). En el ser humano, su Logos (aunque no se usa esta palabra en el hombre) sería su Mónada divina, ó Espíritu que lo rige y anima.





5-   EL SER HUMANO Y SU NATURALEZA SÉPTUPLE

En los sistemas religiosos como en los filosóficos de raigambre esotérica, se ha descrito al ser humano como una entidad compuesta. La clasificación más simple es la que distingue en el hombre dos elementos: ALMA y CUERPO. Otra enumeración de sus componentes lo clasifica como un compuesto de: CUERPO, ALMA y ESPÍRITU.
Uno sólo de estos elementos no significa que tengamos un hombre; deben estar unidos para que lo sea.
Encontramos otras clasificaciones más elaboradas y de una complejidad creciente como en el sistema Taraka Raja Yoga (cuatro principios) y la Advaita Vedanta (cinco principios). La Teosofía presenta al ser humano como una entidad altamente compleja y afirma que los principios, ó elementos ó naturalezas que lo forman, son siete, es decir, un ser septenario.

Lo que se  pide al estudiante, cuando reflexione sobre esta enseñanza, es que no la considere teórica o especulativa, sino como objeto de percepción. Hay que observarse desde adentro, con atención serena, y se verá el accionar de cada uno de los componentes de nuestra naturaleza, pues cada uno es distinto de los demás, como todo en la naturaleza cumple una función. El accionar conjunto de estos principios explica la enorme complejidad de la naturaleza humana, así como las siete notas musicales sirven para expresar las más complejas partituras.
En los libros teosóficos se denominan esos 7 elementos, algunas veces como “principios”, y otras veces como “cuerpos”. Aunque haya filosóficamente, alguna diferencia entre ambos vocablos, se está hablando de la misma cosa. A continuación damos la clasificación en “principios” con su nomenclatura en sánscrito y su equivalente en castellano:

1.       Sthula Sharira. (Cuerpo Físico). Es la forma más densa y asiento de los principios más sutiles.
2.       Linga Sharira. (Cuerpo sutil, etéreo). Contraparte sutil del físico, por esta vestidura corre y se transmite al físico la energía llamada Prana.
3.       Prana. (Energía, Fuerza). La energía solar que permite el normal desempeño de 1 y 2.
4.       Kama Rupa. (Alma animal). Kama significa ‘deseo’, y Rupa, ‘cuerpo’. Por lo tanto, Kama-Rupa es el ‘Cuerpo de deseo’, es decir, aquel receptáculo y plano donde se alojan los instintos y apetitos que compartimos con el reino animal. (Hasta aquí tenemos lo que se denomina: “cuaternario inferior”, compuesto por 4 principios. Los tres principios que van a continuación se denominan “tríada superior(4).
5.      Manas. (Alma racional, la mente). El principio de las operaciones racionales y de la “misteriosa” capacidad autoconsciente que nos permite conocernos como “Yo”, como un centro separado e independiente de los demás. Manas es un principio dual en sus funciones durante cada encarnación. Su parte más elevada permanece en el mundo espiritual (en la “Tríada superior”), penetrando la otra en el “cuaternario inferior”, otorgándole racionalidad. Esta separación de Manas, en dos, en cada existencia, llega a ser profunda y crea la (a veces) dolorosa dicotomía humano-divino.
6.       Buddhi. (Alma espiritual). Estado de conciencia que trasciende al “yo”, (como yo separado).
7.       Atma. (Esencia suprema. El Espíritu puro). La Fuente de los otros 6 principios.

La clasificación que antecede fue realizada desde el punto de vista de los “principios”. (Algunos autores clasifican numéricamente al revés, siendo entonces el 1° principio Atma  y el 7° Sthula Sarira, siendo esta manera una clasificación más cercana al punto de vista esotérico).
Ahora veremos la clasificación en “cuerpos”. Dominar ambas puede ayudar mucho en la senda del autoconocimiento.

1.       CUERPO FÍSICO: Corresponde a Sthula Sharira.
2.       DOBLE ETÉRICO: Corresponde a Linga Sharira.
3.       CUERPO ASTRAL: Corresponde a Kama-rupa.
4.       CUERPO MENTAL INFERIOR: La porción ‘encarnada’ de manas.
5.       CUERPO MENTAL SUPERIOR ó EGO (5): La porción de manas que no sale de su mundo.
6.       CUERPO BÚDDHICO: El Alma espiritual ó Buddhi. (También ‘Cuerpo Intuicional’).
7.       CUERPO ÁTMICO: Cuerpo Espiritual ó Espíritu Supremo.

En esta clasificación desaparece Prana por no ser un cuerpo, pero podemos ver que, igualmente, tanto en “principios” como en “cuerpos”, son SIETE.

(Aclaración de A.B.: La clasificación en “principios” es más correcta que en “cuerpos” porque el hombre, poseyendo 7 principios o substancias esenciales, aún no posee esas 7 esencias transformadas en “cuerpos” organizados de conciencia. Ejemplo: El hombre posee ya un cuerpo físico, un cuerpo vital o doble etérico y un cuerpo de deseos o astral (en muchos aún en desarrollo), pero recién en este período (Época Aria) está ejercitando en forma especial el principio “mente”, y solo cierto porcentaje menor de seres humanos tienen ya un “cuerpo mental” formado. Lo mismo, y más aún, pasa al hablar del principio Búdico, el cual solo pocos hombres están desarrollando como “cuerpo” (y menos son aún los que ya lo tienen formado, siendo estos los Arahats). En cuanto al principio Átmico, para transformar este “principio” en un “cuerpo”, la humanidad deberá transitar un largo trecho evolutivo todavía).


4-  Tríada Superior: A la unidad de estos 3 principios superiores (Atma-Buddhi-Manas), ó de los últimos 2 (Atma-Buddhi), se les llama también “mónada”, que significa “unidad”, “lo uno”, la “chispa divina” en evolución.




6-   PERSONALIDAD E INDIVIDUALIDAD ó “YO” INFERIOR Y SUPERIOR

En los libros teosóficos es común presentar el septenario dividiéndolo en 2 partes denominadas: PERSONALIDAD e INDIVIDUALIDAD. La “personalidad” es el conjunto de los 4 principios o cuerpos más densos. Es el “cuaternario” o “yo inferior”, usando esta palabra no es sentido peyorativo sino para indicar su naturaleza más densa y perecedera.
La voz “personalidad” es muy rica en nuestra lengua; viene del latín persona, personare por donde la voz suena, por donde el poder se manifiesta) que era la máscara que se usaba en el teatro hélénico-romano. Detrás de la máscara y los atuendos estaba el actor. El “personaje” es la conjunción de actor y máscara, como también lo somos nosotros. Después de cada función el actor se despoja de su máscara y vestimenta y regresa a su casa, a descansar. Entonces no es un personaje, es él mismo hasta el día siguiente cuando deba asumir otro rol, otra máscara, otro personaje. Así ocurre con la sucesión de encarnaciones humanas. El mismo Ego (5) o alma reencarnante anima a diferentes ‘cuaternarios’, aprende con cada ‘personaje’ y termina convirtiéndose en dueño de la escena.
La “Individualidad” es la parte inmortal del hombre, el Yo Superior, corresponde a la Tríada Superior; es el Alma, la flor de Loto (Loto Egoico) que se va abriendo en Luz de comprensión a medida que las experiencias van sucediendo a través de las distintas “personalidades”. En la India se le llama Sutratma (alma hilo) por que engarza, como en un collar la serie de perlas, todas las encarnaciones humanas. Es la naturaleza espiritual que se desenvuelve con las repetidas experiencias mientras trae a la acción el arsenal de sus poderes latentes.

Los dos “yoes”, están en pugna durante muchas encarnaciones, hasta que lo espiritual se afirma e integra armónicamente al área material de la vida.


5-   EGO:   Por lo general en Teosofía se emplea esta palabra para designar al “Yo superior”, la parte de manas que conforma junto a Buddhi y Atma la Tríada Superior en el hombre; pero es común y corriente también el empleo de la palabra “ego” (pero convenientemente con ‘minúscula’) para designar al “yo inferior”, al cuaternario inferior, ó más específicamente a “kama-manas”, es decir al cuerpo de deseos y la mente inferior, que en conjunto conforman un conglomerado de energías que otros llaman “yo psicológico” (en oposición al Yo espiritual ó superior). Este yo psicológico está compuesto por los  “enredos” de energías emocionales y condicionamientos de la mente mecánica, la cual debe ser oportunamente trascendida durante el transcurso de la evolución álmica. La palabra EGO, por lo tanto, se puede referir a dos ‘partes’ bien definidas y diferentes en la constitución del hombre.




7-   LA EVOLUCIÓN HUMANA

Como ya hemos visto en el tema 3, todo en el Universo proviene de una Fuente Única, y la “Evolución” consiste en retornar a esa Fuente actualizando en el proceso a las potencialidades latentes.
La ciencia humana toma en cuenta sólo la evolución material, al estudiar el desarrollo de los organismos y la derivación de las especies a través del tiempo; pero en Teosofía se aborda este tema en dos ramas, diferentes pero interdependientes: la evolución material (de las especies y formas de vida) y la evolución de la conciencia (la cual necesita de “la forma” para evolucionar).

La evolución humana consiste en un ciclo de sucesivas encarnaciones que cada Ego debe cumplir. Este proceso se efectúa a través de 7 Razas Raíces, cada una de las cuales comprende 7 subrazas. Cada Ego tiene así oportunidad de experimentar y desenvolver sus potencias en cuerpos femeninos y masculinos alternativamente, encarnando en razas, religiones, condiciones y circunstancias de lo más diversas.
A través de las acciones tanto erradas como acertadas (karma), el hombre aprende y se hace consciente de sí mismo y de lo que le rodea, aprende a conocer las Leyes que rigen la existencia y a vivir en armonía consigo mismo y con todo lo que le rodea. Podemos decir que, al reencarnar una y otra vez, el Ego va adquiriendo cada vez más “experiencias de comprensión”, es decir que, el Alma del ser humano (aspecto Conciencia) se va iluminando hasta finalmente alcanzar la Sabiduría, un estado de Ser que lo Libera del ciclo de reencarnaciones sucesivas.




8-   LAS RAZAS  RAICES

Son 7, y cada Raza desarrolla en etapas 7  subtipos ó Subrazas.
Además:

  1. Admitida la séptuple naturaleza del Hombre, cada uno de sus principios guarda relación con un plano, un planeta y una raza.
  2. Las Razas humanas nacen unas de las otras, crecen, se desarrollan, envejecen y mueren. Las subrazas siguen la misma regla.
  3. Cada Raza madre, con sus correspondientes Subrazas e innumerables divisiones en familias y tribus es enteramente distinta de la Raza que la precede y de la que la sigue.
  4. Cada una de las 7 Razas, así como la más mínima división de ellas se divide en 4 edades:       De hierro, de Bronce, de Plata y de Oro.
  5. De las 7 Razas, 5 han aparecido ya y han completado casi su carrera terrestre; y otras 2 tienen que aparecer todavía. (La sexta subraza ya está apareciendo).
  6. La 5º Raza (Aria) es la que actualmente sigue su curso en nuestro “globo”, coexistiendo con una parte de la 4º (Atlante), y con algunos restos de la 3º (Lemuriana).



2 comentarios:

  1. Fantástico artículo que deberían leer todos los buscadores del Sendero, ya que explica más detalladamente los principios que deben entender en este glorioso camino. Un fuerte abrazo lleno de mucha luz, paz, salud, felicidad, armonía, sabiduría, para toda la familia, así sea y será siempre.

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